EL PROBLEMA DEL CINE PERUANO

3:59 p. m. Posted by Historia Base 2008

El año pasado hize este ensayo para un amigo de la base, para un curso del primer semestre, es el inicio personal de una investigación sobre el cine peruano, su metodologia y problematica; y aunque como tal no lo he terminado debido al contexto de la premiacion de una cinta peruana en Berlin, me es necesario mostrar este articulo con el solo añadido referido al temo ya mencionado.

¿Por qué el cine peruano es considerado como uno de los de más baja calidad en América del sur? Esta pregunta lleva sin más a recordar producciones nacionales de los últimos años: Peloteros, Mañana te cuento, Un día sin sexo e inclusive las películas animadas en tercera dimensión de Alpamayo Producciones. Películas deficientes de baja calidad con guiones risibles y faltos de creatividad, y por enésima vez de historias absurdas con personajes que no calan en el espectador. Ni siquiera, el festival de cine en Lima, El festival de cortos organizado por la PUCP o la aglomeración de cines en la capital debido a la inversión extranjero de capitales privados han podido sacar al Perú del fracaso cinematográfico. Pero antes de entrar en debates actuales, es precio hacer referencias al inicio del cine en el Perú.

El cine llego al Perú poco depuse de su invención en 1895, pero si bien ya habían cinematógrafos en la capital eran considerados como un invento nuevo, lugar de esparcimiento para la clase aristócrata que estaba falta de ambiciones en la industria de ese campo, ya que estaban en pleno proceso de reconstrucción nacional, y preferían invertir en campos al que ellos consideraban lucrativos (azúcar y mas tarde el caucho), el cinematógrafo por lo tanto era un lujo mas de la ciudad capital – como lo fue también en sus inicios el automóvil –.

Sin producción nacional al instante o intentos de la misma (caso contrario en Italia, que a los pocos meses de haberse estrenado las primeras imágenes en Francia en 1895, Italia grabo imágenes del Papa de turno en un recorrido por el Vaticano) y sin ninguna conciencia artística después de la guerra, el cine nacional se condenaba a la mediocridad.

Llegado el siglo XX, y consolidándose el cine en el mundo como arte sobre todo en los países europeos como Francia, Alemania e Italia. Llegada la década del diez, el cine en el Perú tomo relevancia como mercado de las producciones extranjeras. Es en esta etapa en la que llegan los cortos de Charles Chaplin que son un deleite para las clases populares – pero aquí surge una nueva interrogante, ¿Cuándo el cine que era un lujo para los aristócratas llega al hombre común y corriente de la ciudad?

El cine comienza a convertirse en una mera fuente de ingresos, pero considerándole menor y su llegada a las clases populares de la entonces Lima de clase media (pues aun no había las inmigraciones de los años 70) es una gran explosión como fenómeno artístico. Es así que algunas empresas deciden emprender el cine como industria aunque no llegan muy lejos debido a dos factores.
El primero de ellos, el problema del género cinematográfico, a diferencia de Estados Unidos o Europa cuya población tenia la semilla del romanticismo, realismo o expresionismo, ellos acoplaban los más grandes géneros artísticos y literarios de la historia, así el drama, terror, acción, comedia o cualquier genero creado por el cine era bien recibido por la población siempre en cuando tenga una pizca de arte, en esta etapa la película de mayor representatividad fue el coloso épico dramático italiano : Cabiria de Giovanni Pastronne, una apología al esplendor romano de la época expansiva en las guerras punicas.

En el Perú los géneros que más calaban fueron dos; el documental en las clases aristócratas y la comedia en la mediana y baja Lima. Las clases de poder después de la guerra odiaban ver su realidad, y por ende su derrota y ruina económica por lo que buscaban ver la realidad geográfica de otros países como la ciudad de Buenos Aires, Santiago o Madrid, también como sus fiestas y/o costumbres, eran pues una clase enajenada que gustaban de otras ciudades y no de Lima, y ha entrados del siglo XX, el Perú era sinónimo de Lima, por ende estas clases aristócratas ignoraban por completo los paisajes y propio folklore del Perú profundo, del Perú al cual solo se acordaba para sacar provecho de los recursos o para extraer soldados en tiempos de guerra.

La comedia era el género que más gustaba a las clases media y baja de Lima, preferían reír y escapar de la realidad de la derrota de la guerra y de las realidades pobres del país, pues en 1914 Leguia había regalado territorio a todos sus países vecinos. Solo unos pocos intelectuales literarios, periodísticos y artísticos de verdad amaban al cine como arte expresivo y subjetivo, como las grandes obras maestras del director norteamericano David Wark Griffith, El nacimiento de una nación o Intolerance. Después nacería el expresionismo alemán en las figuras de Fritz Lang y Robert Wiene.

Si el Perú había adquirido en parte una conciencia de gusto por el cine, porque no ha de haberse desarrollado la industria cinematográfica como tal como si lo hicieron los Colombianos (muestra de ellos es que en quince años de cine lograron una obra maestra de carácter latinoamericano, Garras de Oro, de PP. Jambrina, una obra política relacionada con el imperialismo yanqui y el canal de Panamá), el principal problema es aquella frase literaria que acogía en las corrientes literarias, El Perú artístico es copia de otras corrientes artísticas del mundo.

El cine mudo en el mundo era un gran invento de carácter sorprendente, pero ahora su baja calidad es notoria con producciones actuales, el rasgo principal de aquellas películas silentes era claro esta la ausencia de sonido (lo que obligaba al espectador un esfuerzo por entender los movimientos corporales de los actores, además de leer las traducciones de la misma película), el bicolor de negro y blanco, las estáticas blancas que rodeaban la películas y una mala imagen en cierta medida. Es por eso que la población en ves de una mala copia de cine peruano con aquellos mismos rasgos y aun peores, prefería ver las producciones extranjeras que en esos años se convertían en monopolio de Estados Unidos, ya que Europa había entrado en la primera guerra mundial. Aquí aparece el genio de Charles Chaplin, ya dejando su etapa ingles y adentrándose en el Hollywood americano.

Aun a parte de estas taras para la industria fílmica peruana se hicieron intentos, pero aquí surgió un nuevo problema, sabiendo lo anterior de las preferencias del publico en cuanto a la mala calidad, que productor o productores se encargarían de invertir en una película que pudiera estar condenada al fracaso, mas aun si pensaban sembrar un cine de genero, para el terror gastarían en el maquillaje, para la acción en el montaje, para una película de época en el vestuario y los decorados, y para solo una buena película en buenos actores que de ese momento solo podrían sacar a los especializados en el teatro. Por la misma razón de la ausencia de escuelas de cine que sembrara proyectos a largos plazos como directores de categoría, actores de nivel o guionistas creativos. Es así que en el Perú las buenas películas solo se lograrían por el genio inherente a la persona y no por una formación premeditada.

Es así que entre los años veinte y los años sesenta – esta década importante en el cine peruano – hubo pocas producciones peruanas casi ínfimas en cantidad y calidad. Pero es necesario anotar sobre una película de los años veinte vetada por el gobierno de Leguia en 1926, esta película era Paginas Heroicas , que trataba sobre la guerra del pacifico, sobre las ambiciones imperiales de Chile y sobre la valía de los soldados peruanos con el soldado ambicioso y abusivo chileno, la película prohibida de estrenarse por el estado se debía principalmente a las conversaciones que existía entre el gobierno de Chile y Perú por la reincorporación de Tacna y Arica al territorio nacional.

Llegada la década de los sesenta, el Perú tuvo como nunca su oportunidad de salir de la mediocridad cinematográfica en manos de Armando Robles Godoy, director que reflejo como ningún cineasta nacional los sentimientos, pasiones del pueblo peruano sobre todo en la película Espejismos, lamentablemente a este sobresaliente director no hubo quien lo acompañara en el desarrollo fílmico. Tal vez pues los ojos del arte peruano estaban dedicados al escritor Mario Vargas Llosa en el boom de los sesenta o al poeta guerrillero, Javier Heraud. Otro punto clave es la masificaciòn de los programas de televisión nacionales.

En los años setenta se dio lo que se le puede conocer como la alianza

cinematográfica peruana-alemana, en la que directores como Werner Herzorg crearon obras maestras en territorio peruano (sobre todo en la selva) y con el contexto del Perú, así las conocidas Fitzcarraldo y la mas importante de ellas Aguirre, la ira de Dios, esta ultima muestra a Lope de Aguirre, como el conquistador español que va en busca del dorado, se ve su locura narrada en esplendida voz en off.

Llegado los años ochenta, la producción nacional tiene un notable incremento, aunque la ideología cinematográfica se tergiversa. Asi los directores nacionales creen que reflejar la realidad cruda en una película basta para que esta sea buena sin añadirle nada de estética o creatividad, creen que el cine es una ventana de los problemas sociales y descuidan la parte artística, el pueblo peruano reacciono positivamente ya que creían que esta clase de cine reflejaba sus realidades, y aunque en parte es cierto, el cine social del Perú es críticamente pobre solo con excepciones notables.


Ejemplo de lo anterior es la película Coraje que trata sobre Maria Elena Moyano, que heroifican en demasía al personaje principal, además de faltar con un guión falto de creatividad y el movimiento de atracciones fallado ya que no lograba en el espectador la catarsis cinematográfica. Todo lo contrario, es la que puede considerarse como la mejor película peruana de todos los tiempos, En la boca del lobo de Francisco Lombardi, un movimiento de atracciones impecable (La muerte de los campesinos, el juego de la ruleta rusa, los entrenamientos), una historia original y adaptada de la realidad a la vez, una crudeza sabiamente utilizada, la voz en off magistral y el final maestro muy parecido a la ideología de Stanley Kubrick (La lucha del antihéroe con el mundo – contexto – y su derrota final), aunque la película es casi perfecta tiene errores que son técnicos como el sonido y la fotografía (encuadre y iluminación o opacamiento). Y además la película de 1988 tiene rasgos visibles del cine de Francis Ford Coppola, sobretodo de la película Apocalypse Now, cuya escena del sacrificio de la vaca hace recordar cuando el teniente Roca (Gustavo Bueno) mata a la vaca de la campesina para que los terrucos no comieran de ella.

A este inicio en los años noventa se adaptaron obras literarias al cine peruano como La ciudad y los perros que aunque es notable no llega a la calidad de la película anteriormente mencionada.

Entrado al siglo XXI, hay notables cambios en el cine peruano, aunque solo de manera técnica (fotografía, montaje y mayores ingresos para las producciones de época) esto se da principalmente a que en los años noventa, el aumento televisivo de novelas peruanas hicieron que sus gastos se expandieron y entrara nueva tecnología, esto de alguna manera ayudo a la industria cinematográfica. Tal vez una de las mejores películas de carácter notable sea la adaptación de la novela de Dostoievsky, Crimen y Castigo y que en la película obtuvo el nombre de Sin compasión de Francisco Lombardi, un genial guión con voz en off utilizada de manera maestra y sobretodo planos aprovechados. Otra película es la de Fabricio Aguilar, Paloma de papel cuya crudeza social se asemeja en la escuela de Lombardi en, En la boca del lobo.
Y tal vez la mejor película peruana de notable calidad de los últimos años sea Madeinusa de Claudia Llosa, un guión original inteligente, los vacíos que se llenan con la imaginación, el uso del idioma quechua y el final son realmente sorprendentes, aunque haya polémica en cuanto al carácter xenófobo de los pobladores por las gentes limeñas reflejada en la película, a parte es mención de la obras de Augusto Tamayo que no llegan a la calidad esperada en cuanto se anuncian, a pesar de su gran complejidad productiva los resultado siempre son no eficientes.



Los problemas de las demás películas peruanas no mencionadas por lo cual se desprende que son imprescindibles son la estética cinematográfica que se reflejan inmediatamente en títulos faltos de imaginación, a parte de los errores cometidos en cada una de ellas, como el vulgo en los personajes, las palabras soeces infaltables y del mismo rango una escena erótica y de relaciones sexuales que no son necesarias, y que los directores se empeñan por ponerlas.

Tal vez la mayor vergüenza nacional, (Sobre todo por el dar a conocer que la película es la mas taquillera de la historia del cine peruano, sea una de tan baja calidad intelectual, social y artística) nos referimos claro a Mañana te cuento cuyo desprecio va mas allá de lo artístico, sin un buen guión que lo respalde, sin actores que reflejen bien lo que se quiere mostrar (aunque sean jóvenes) y entre otras cosas, este película juvenil hace recordar las comedias juveniles sexuales de los años ochenta de Estados Unidos.

Mención a parte es la última película de Claudia Llosa, La teta asustada que acaba de ganar el máximo premio en el Festival de Berlín, pero que personalmente me queda la duda si la historia sea a la altura de ser la mejor película peruana (debido a que pretensiosas opiniones ya la califican así), aunque el trama social y el fondo contracultural es muy inteligente, se espera su estreno en Abril. Aún así, el premio de una película peruana debería llamar a la reflexión a la industria cinematográfica como tal y cambiar su historia, pero como se sabes y aunque un poco pesimista, el premio de la Berlinare solo será un acontecimiento en nuestro país como una celebración improvisada sin que nadie la haya esperado, la festejaran y se hablara de ello, hasta la saciedad; pero nada más… De que ello pasara es previsible.

Como conclusión el cine peruano tiene los problemas, entre el rompimiento de clases que no se reconocen una de la otra, el problema de la historia manchada por personajes no heroicos, la copia de producciones extranjeras, la incultura cinematográfica y la ausencia de escuelas que se dediquen a formas profesionales en el ámbito, ya que las que hay dan varios impedimentos para la formación de uno, siendo el principal el dinero además de conllevarlo siempre con la carrera de ciencias de la comunicación, y de la cual salen los directores actuales con los resultados conocidos.

LUIS RODRIGUEZ TOLEDO
Escrito el 15 de agosto del 2008, Lima.

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